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L REZAR esta
letanía, tú estas pidiendo la gracia para vivir una vida cristiana
genuina. Estas son las gracias
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de echar a un lado
tus intentos de sentirte bien contigo mismo; |
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de vencer la repugnancia
que sientes de ser herido emocionalmente por los demás; |
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procurar el bien
de los demás en todas las cosas, echando toda la
competencia, incluso a expensas tuyas. |
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De todas maneras, vamos
a cuidarnos para que se haga en una forma saludable
psicológicamente.
Es bueno cuando a nuestro
trabajo se le da reconocimiento y es apreciado; el punto espiritual es que
no debemos apetecer esa admiración como un aspecto de la
identidad, personal, sino que debemos de aceptar todos
los beneficios de nuestros trabajos en alabanza a Cristo, quien se vació
a si mismo por nuestro bien, quien sufrió por nuestra causa, quien
murió en la cruz por nosotros, y por quien, por servicio a Él,
hacemos nuestros trabajos. En cuanto a mí, ¡Dios me libre
de gloriarme si no es en la cruz de nuestro Señor Jesucristo . . .
! (Gálatas 6: 14).
Todos, de manera similar,
nos sentimos heridos cuando alguien nos
insulta; de todos modos, el punto espiritual es que
no debemos levantar las defensas para protegernos a nosotros mismos del dolor
de ser insultados, sino que siempre debemos, aun en nuestro dolor más
intenso, confiar en Cristo, pues únicamente Él nos cuidará
de todo peligro. No tengáis miedo, como dice Jesús
repetidamente a través de los Evangelios.
Finalmente, el poner
a los demás primero fluye en contra la auto-preservación
natural; de todos modos, el punto espiritual es que no debemos
competir con los demás para satisfacer
nuestro orgullo, sino poner a un lado nuestro orgullo
en la esperanza de que otros puedan salvarse de
la condenación por causa de nuestra propia obsesión desesperada
con la auto-preservación. Más aún, no debemos poner
a un lado nuestro orgullo como una forma de
masoquismo o de auto-desprecio; en toda nuestra
caridad hacia los demás nunca debemos abandonar la
responsabilidad de desarrollar nuestros talentos
al máximo, para que podamos servirle a Cristo eficazmente y
gozosamente, en
amor puro.
LETANÍAS
DE LA HUMILDAD
JESUS manso y humilde de
Corazón, |
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Óyeme. |
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DEL deseo de ser lisonjeado, |
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Líbrame
Jesús. |
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Del deseo de ser alabado, |
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Del deseo de ser honrado, |
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Del deseo de ser aplaudido, |
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Del deseo de ser preferido a otros, |
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Del deseo de ser consultado, |
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Del deseo de ser aceptado, |
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DEL temor de ser humillado, |
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Del temor de ser despreciado, |
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Del temor de ser reprendido, |
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Del temor de ser calumniado, |
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Del temor de ser olvidado, |
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Del temor de ser puesto en
ridículo, |
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Del temor de ser injuriado, |
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Del temor de ser juzgado con malicia, |
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QUE otros sean más
estimados |
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Jesús dame la
gracia |
que
yo, |
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de desearlo. |
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Que otros
crezcan en la opinión
del mundo y yo me eclipse, |
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Que otros
sean alabados
y de mí no se haga caso, |
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Que otros
sean empleados en cargos
y a mí se me juzgue inútil, |
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Que otros
sean preferidos a mí
en todo, |
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Que los
demás sean más santos que yo
con tal que yo sea todo lo santo
que pueda, |
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Oración:
Oh Jesús que, siendo Dios, te humillaste hasta la muerte, y muerte
de cruz, para ser ejemplo perenne que confunda nuestro orgullo y amor propio.
Concédenos la gracia de aprender y practicar tu ejemplo, para que
humillándonos como corresponde a nuestra miseria aquí en la
tierra, podamos ser ensalzados hasta gozar eternamente de ti en el cielo.
Amén. |
del Cardenal Merry del Val
(1865-1930)
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